The Lesson Baja Taught Me…I Want to Be Better Versión en inglés y español incluida
I knew that I would have adventures and do amazing things while I was in Baja, but what I wasn’t expecting was to walk away with lessons and insights and new thoughts about life. I have always loved people (ask my kids who say I talk to everyone) and the people I met in the Southern Baja peninsula were no exception.
I had over a 4-hour conversation with Diego, our van driver from Cabo Pulmo Beach Resort, about education, politics, perspectives, our countries, mental health, and hopes and fears for the future. We talked about the problems the next generation will face and how so many of those issues will be the same for youth in both countries even though our countries are so very different. We were able to share opinions and views without judgement or bias. It was one of the most honest and real conversations I had had in a very long time.
Our dive guide, Marco, from the Cabo Pulmo Beach Resort was genuine and helpful, answered our questions, and showed us his pride in his small community. He spent time with us in the water pointing out each fish and creature we saw and telling my boys interesting facts about each one. He was patient and kind and committed to making sure our day was everything we hoped. He had the most amazing laugh when I emerged from the water asking what ate the large school of fish I had just snorkeled through. It might have been the look on our faces when he said, “Much bigger fish!”
I met a store owner with the most magnetic and happy personality. On a street with row after row of small stores, it was her smile that drew us into her shop. She cracked jokes with us and cracked us up. She caught me alone and quietly reminded me to always be happy – she was concerned about my well-being. A complete stranger. At one point, I could see a small sliver of sadness in her eyes as she explained that business had been slow, but it was quickly replaced with that smile full of life and hope. Yes, she made her sale that day.
Photo by Margaret Lawson
I found myself in the small Mexican town of Todos Santos as very much a foreigner. I looked different, dressed different, and didn’t speak the language. As my family wandered through a street festival, so many people smiled, made eye contact, and said Hola. They drew us into their booths, answered our questions, and provided help without hesitation. I have nevefelt so welcome in place I so obviously did not fit.
I met four surfers, Juan, Carlos, Jorge, and Cristian, from CRT Surf School at Cerritos Beach who embraced life. They talked about having passion for life, about sharing that passion with others, and about the importance of being able to do what you love each day. They were real and authentic and living their best life. I asked one of the surfers, Carlos, if he surfed for a living. He said Yes, but I don’t make a lot of money. I asked if it was worth it and he said, “Yes, I do what I love and get to share what I love doing with others every day. I have all I need.”
I could go on but what I took away from these people is that I want to push myself to be better. I want to make sure I make eye contact and say Hello to those who don’t fit in. I want to remember everyone has a story worth hearing and I want to listen. I want to appreciate and learn about different customs and lifestyles. I want to recognize that coming from a place with more power, money and things doesn’t mean I know more. I want to appreciate how lucky I am to have a job I love. I want to focus on my needs more and wants less. I want to never forget how good people are. All people.
Finally, I hope my own boys will learn the same lessons that traveling has taught me. I want them to see that the world is a big place, that so many adventures await them if they have the courage to try new things, that you can find goodness and similarities in faraway places, that some of the most beautiful places and experiences are off the grid or tucked away, that finding what makes you happy may be the greatest treasure you discover, and that taking the time to meet new people will expand their thinking, open their minds, and will become the “good stuff” of their lives!
Mexico (612) 147 92 43 Outside Mexico +52 1 (612) 147 92 43
Mexico 011 52-624-141-0726 US 562
La Lección Que Me Enseñó Baja…Quiero Ser Mejor
Sabía que tendría aventuras y haria cosas increíbles mientras estaba en Baja , pero lo que no esperaba era irme con lecciones, ideas, y nuevos pensamientos sobre la vida. Siempre he amado a las personas (preguntale a mis hijos que dicen que hablo con todos) y las personas que conocí en la península de Baja California Sur no fueron una excepción.
Tuve más de cuatro horas de conversación con Diego, nuestro conductor de camioneta de Cabo Pulmo Beach Resort, sobre educación, política, perspectivas, nuestros países, salud mental, esperanzas y temores para el futuro. Hablamos sobre los problemas a los que se enfrenta la próxima generación y como muchos de esos problemas serán los mismos para los jóvenes en ambos países a pesar de que nuestros países son muy diferentes. Pudimos compartir opiniones y puntos de vista sin juicios ni sesgos. Fue una de las conversaciones más honestas y reales que ha tenido en mucho tiempo.
Conocí a una dueña de la tienda con la personalidad más magnética y feliz. En una calle con hileras de tiendas pequeñas, fue su sonrisa la que nos atrajo a su tienda. Ella hizo bromas con nosotros y nos hizo reír a carcajadas. En un momento a solas me recordó que siempre fuera feliz. Estaba preocupada por mi bienestar a pesar de ser una completa desconocida. En un momento, pude ver un poco de tristeza en sus ojos mientras explicaba que los negocios habían sido lentos, pero rápidamente fue reemplazado con esa sonrisa llena de vida y esperanza. Y sí, ella hizo su venta ese día.
Me encontré en la pequeña ciudad mexicana de Todos Santos como una extranjera. Me veía diferente, vestía diferente, y no hablaba el idioma. Mientras mi familia paseaba por un festival callejero, muchas personas sonrieron, hicieron contacto visual y dijeron “¡Hola!” Nos llevaron a su puesto, respondieron nuestras preguntas y brindaron ayuda sin dudarlo. Nunca me sentí tan bien recibida en un lugar que obviamente no encajaba.
Me encontré en la pequeña ciudad mexicana de Todos Santos como una extranjera. Me veía diferente, vestía diferente, y no hablaba el idioma. Mientras mi familia paseaba por un festival callejero, muchas personas sonrieron, hicieron contacto visual y dijeron “¡Hola!” Nos llevaron a su puesto, respondieron nuestras preguntas y brindaron ayuda sin dudarlo. Nunca me sentí tan bien recibida en un lugar que obviamente no encajaba.
Conocí a cuatro surfistas de CRT Surf School en Cerritos Beach que amaban la vida. Hablaban de tener pasión por la vida, y de compartir esa pasión con otros, y de la importancia de poder hacer lo que amas cada día. Eran reales y auténticos y vivían la vida de la mejor manera. Le pregunté a uno de los surfistas, Carlos, si él surfeaba para vivir. Él dijo: “Sí, pero no gano mucho dinero”. Le pregunté si valía la pena y él respondió: “Sí, hago lo que amo y puedo compartirlo con los demás todos los días. Tengo todo lo que necesito”.
Podría seguir, pero lo que me llevé de estas personas es que quiero esforzarme para ser mejor cada día. Quiero asegurarme de hacer contacto visual y saludar a quienes no encajan. Quiero recordar que todos tienen una historia que vale la pena escuchar y quiero escucharla. Quiero apreciar y aprender sobre diferentes costumbres y estilos de vida. Quiero reconocer que provenir de un lugar con más poder, dinero y cosas, no significa que sepa más. Quiero apreciar la suerte que tengo de tener un trabajo que amo. Quiero centrarme más en mis necesidades y menos en mis deseos. No quiero olvidar nunca lo buenas que son las personas.
Finalmente, espero que mis propios hijos aprendan las mismas lecciones que me ha enseñado el viajar. Quiero que vean que el mundo es un lugar grande, que tantas aventuras les esperan si tienen el coraje de probar cosas nuevas, que se pueden encontrar bondades y similitudes en lugares lejanos, que algunos de los lugares y experiencias más hermosos son fuera de la red o están escondidos, que encontrar lo que te hace feliz puede ser un gran tesoro que descubres y que tomarse el tiempo para conocer gente nueva expandirá su pensamiento, abrirá sus mentes y se convertirá en la “buena cosa” de sus vidas!